El nombre real de Facundo Cabral era Rodolfo Enrique Cabral. Poco antes de su nacimiento, su padre abandonó a su familia y el abuelo paterno echó de su casa, donde vivían, a la madre de Facundo y a sus siete hijos. Poco después emigrarían a la Tierra del Fuego, al sur de Argentina.
A los 9 años se escapó de casa para ir a ver al presidente Perón a Buenos Aires, porquehabía oído que "daba trabajo a los pobres". Efectivam
ente, gracias a su arrojo consiguió llegar cerca de Perón y su esposa Eva Duarte para pedirles trabajo.
Facundo Cabral tuvo una infancia muy difícil, en la que no faltaron estancias en reformatorios y, a los 14 años, en la cárcel. Allí conocería a un sacerdote jesuitque le enseñó a leer y escribir y le animó a estudiar.
A finales de la década de 1950 Facundo Cabral tocaba la guitarra y cantaba música folclórica. Admiraba a músicos como Atahualpa Yupanqui y José Larralde. En Mar del Plata comenzó a tocar en un hotel, para turistas, con el nombre de Indio Gasparino.
En 1970 grabó la canción No soy de aquí ni soy de allá, con la que obtendría un gran éxito que le daría a conocer en el mundo. A partir de entonces grabó discos y cantó con otros cantantes, como Alberto Cortez.
En 1976 se marchó de Argentina por motivos políticos. Se instaló en México y realizó numerosísimas giras por muchos países. En 1984 regresó a su país como un artista consagrado.
En los últimos años se quedó casi ciego, pero seguía dando conciertos. El último lo dio en la ciudad de Quetzaltenando, en Guatemala. Dos días después, el 9 de julio de 2011, murió en un atentado aparentemente dirigido contra el empresario Henry Fariña, al ser alcanzado por las balas que dispararon contra el automóvil en el que ambos viajaban.
Facundo Cabral predicaba una especie de misticismo y autorrealización global de la conciencia humana. Como cantautor, nunca dejó de ejercer la crítica social teñida de sentido del humor. Era, sobre todo, un pacifista, un "anarquista filosófico" y un contemplativo. En lo espiritual, le influyeron Jesús, Gandhi, Buda... y en lo literario y filosófico, se sentía muy cerca de Jorge Luis Borges y de Walt Whitman.
Dijo: "Cuando me fui de mi casa, niño aún, mi madre me acompañó a la estación, y cuando subí al tren me dijo: «Este es el segundo y último regalo que puedo hacerte: el primero fue darte la vida, el segundo la libertad para vivirla»”.
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